Simpson en el cine

Simpson en el cine

Viernes, 27 de Julio de 2007  2 comentarios | 61 lecturas Enviar a un amigo      

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Aún no he visto a los Simpson en el cine. No ha sido por falta de ganas, sino por una terrible ausencia de tiempo que sufro en vacaciones. Pero la veré, sé que la veré.
La familia amarilla ha sido quizás uno de los más importantes iconos pop que nos vayan a quedar del siglo XX (aunque no me extrañaría que siguieran otros 100 años). Junto con Marilyn, el ratón Mickey, la famosa foto del Che y la cara de Hitler... y algunos más que compongan este enjambre, podemos resumir el siglo pasado con esas fotos.
Son la muestra más clara del imperialismo cultural americano, pese a ser uno de los más claros ejemplos de contracultura.
Su éxito se ha debido a varias caras del poliedro del éxito: guiones magníficos, irreverencia y una imagen diferente  a lo visto hasta ese momento son los que yo destaco. Seguro que alguien más listo que yo sacará otro rosario de virtudes.
Pero lo que quiero destacar es, ante todo, el último aspecto: lograr algo diferente. Ese es el éxito real en el arte, ya sea literatura, pintura, televisión o arquitectura. Ese es el objetivo de todo artista: crear algo realmente nuevo. Y hasta ahora lo han respetado bastante, como la pintura de Van Gogh. No hay otra familia amarilla y de ojos grandes irrumpiendo en la tele. Si pasas un canal y ves a alguien del color que odian los toreros y con ojos grandes, sabes que te has topado con los Simpson (aunque no conozcas al personaje en cuestión). ¿En qué otra película o serie sucede lo mismo? Quizás en dos o tres nada más (sí, ya sé que South Park también tiene su propia estética y Tim Burton también).
Me levanto el sombrero ante el gran Matt, que puede que no haya hecho la mejor película de la historia, pero no lo necesita tampoco.
Reflexión: ¿Por qué muchos creen que el arte es simplemente ser original? Además hay que ser bueno en lo tuyo.

                                      
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