Puntuación: 
Hace tiempo escuché a alguien decir (quizás fue Juan Manuel de Prada) que nunca seríamos capaces de leer todo lo bueno que hay en literatura y que por eso no merece la pena perder el tiempo con un libro que no nos gusta.
Yo tenía la idea, hasta entonces, de acabar todo libro que empezase. Fracasar en un libro era como fracasar en un relación amorosa, necesitaba una razón muy fuerte para "cortar".
Aquellas palabras me abrieron la mente, ya que ahora trato de evitar los libros que me aburren, esos agujeros negros del tiempo libre que me hacen estar sin ganas de leer y que evitan que encuentre otro volumen que me guste más.
Asi he dejado en la cuneta Ana Karenina, La Mano de Fátima y otros muchos, libros que debían haberme gustado pero que me aburrieron y que me robaron tiempo. Si llego a la página 100 o a un cuarto de libro y el texto no me ha enganchado, lo dejo... tan simple como eso. Al principio no me parecía bien hacerlo, pero ahora es un placer casi tan grande como acabarlo.
Reflexión: ¿Tenemos tanto tiempo como para malgastarlo en algo que no nos gusta?
Cita del día: “¡Qué pena morir, cuando me queda tanto por leer!” (Menéndez Pelayo, en su lecho de muerte)
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Que el tiempo es oro y hay que disfrutarlo a tope.