Puntuación: 
He aprovechado esta frase del Equipo A (aunque la he tuneado un poco) para contaros la historia del otro fin de semana: fui con mi grupo de teatro a representar en un pueblo en el que no nos conocían.
Me sentí como un cómico de los cincuenta: tuvimos que desmontar el escenario, meterlo en el bus, trasladar todo al teatro (no pudimos aparcar cerca porque todo estaba de fiesta), montar el escenario, preparar el sonido... me sentí un personaje de novela. Después fuimos al casino del pueblo y nos compramos unos bocadillos que tuvimos que comernos en los camerinos (que tenían pinta de mazmorras de castillo medieval).
Lo mejor (¿o lo peor?)estaba por llegar. Una de mis compañeras se equivocó y se fue 30 páginas más allá del libreto (media hora más alante en la obra). Pánico en escena y mucha improvisación nos permitieron salir del paso (tener a una mujer en pijama en el escenario cuando debía ir con traje de noche me hizo decir un montón de tonterías que nos hizo reírnos al volver a casa).
Habíamos representado antes la obra y siempre salía bien, pero nunca lo habíamos pasado así.
Reflexión: A veces es mejor que las cosas salgan mal, es más divertido.
Cita del día: Cuando Dios nos quiere castigar nos concede nuestros deseos.
(Santa Teresa de Jesús)
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Me gustó tu historia, un saludo.