martes, 1 de mayo de 2012

Adoro que la vida sea como una mala película



Puntuación:

Ayer (hermoso día el de ayer) me llevé a un grupo de nenes y nenas de entre 12 y 16 años a un concurso de preguntas y respuestas acerca de la comarca en la que vivimos.
Fue una gran idea, organizada por un grupo de la zona. Competían entre sí todos los institutos y colegios concertados de la zona. De entre mis chaval=s yo tenía mis preferencias, que no voy a especificar aquí. Pero sí he de decir que uno de los grupos se veía sin posibilidades, inferior al resto... además, fallaron su pregunta nada más empezar. Luego, además de tener suerte, demostaron todo lo que sabían y se colaron en la final.
Era maravilloso ver sus caras de alegría contándoselo a sus padres y madres a través de unos móviles que no tenían casi cobertura en el lugar que nos encontrábamos. No todos los miembros del grupo eran buenos estudiantes, por lo que era una sorpresa para ell=s llegar a la gran final. Además, los otros grupos del Instituto, cayeron en las semifinales (incluido el grupo que tenía fama de ser el único con alguna posibilidad de ganar).
Inma (mi novia y profesora en el mismo insti que yo) nos pasamos parte del descando diciéndoles eso de que "lo importante es participar" y diciéndoles que ya estábamos muy orgullosos... pero que les veíamos con auténticas posibilidades de llevarse el triunfo.
Entonces empezó la final. Sus compañer=s de instituto llegaron tarde y no aplaudieron el momento en el que empezaron a jugar. A ell=s se les cayó el alma a los pies al ver que el resto de participantes eran jalead=s cada vez que acertaban una pregunta. Además, algunos de los finalistas hacían trampas (sus compañeros les chivaban las respuestas correctas...). En fin, todo parecía ir en contra de este grupo humilde de buenas personas.
De repente, sus compañer=s entraron en la sala, les apoyaron, ell=s sonrieron y l=s trampos=s empezaron a fallar. Tras un final emocionante... ganaron. No se lo creían. ¿Cómo era posible que ell=s hubieran sido l=s mejores de la comarca? Risas, lágrimas, emoción... como en la peor película de Hollywood. He de reconocer que me emocioné mucho. Doy gracias por haber vivido un día como el de ayer, de esos en los que ganan l=s buen=s.
Reflexión: ¿Será Dios un escritor de historias tan bueno que hace que los finales almibarados nos parezcan magníficos?
Cita:
Lo hicieron porque no sabían que era imposible.

Siento no recordar en qué libro la leí. Pero ser huérfana de apellido no puede ser la causa de que esta frase no esté aquí.
Tras la publicación de esta entrada Locomotoro me ha dicho que es de una película llamada Nacidos para la gloria. Le doy públicamente las gracias por su aportación.


                                      
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1 de May de 2008   Dado de Baja
Gratificante siempre! saluos. Joel smokin
 
1 de May de 2008   Dado de Baja
¡Ha de haber sido fantástico!

Yo creo que los mejores guiones de las pelis han sido sacados de la vida real y estoy convencida de que si te la crees, puedes ser el mejor. Tal vez hasta suplir con ingenio la falta de conocimientos.

Dios es un guionista estupendo, aunque a veces se le pasa la mano biggrin y nosotros somos protagonistas de la indecisión.

Gracias por compartir esta bella historia de vida, cuídate y un abrazo.
 
1 de May de 2008   locomotoro
Querido Macyo, son estas pequeñas anecdotas las que nos hacen creer en cosas aparentemente imposibles, abonando así un concepto tal como la esperanza, y sorprendiendo con un guiño al sentido común.
Disfruté mucho de tu lectura... de verdad.


Un abrazo muy fuerte...

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