Puntuación: 
Me he dado cuenta de que desde hace poco me he vuelto un poco sibarita. El problema es que como soy pobre (o, al menos, no soy rico) tengo algunos problemas para darme los lujos que a mí me gustaría.
De vez en cuando de escapo a un buen restaurante a dejarme los dineros. No lo puedo hacer a menudo, pero procuro darme un gustazo cuando la cartera lo permite. Eso sí, no pido vinos caros, porque no puedo permitírmelos.
Los vinos caros (y las cervezas caras) me las tomo en casa. Soy capaz de gastarme 10 euros en una botella, porque sé que en el restaurante me la cobran a treinta. Así que me permito beber buen vino, pero solo en casa.
Algunas comidas de nuvelcuisín (ya, ya sé que no se escribe así) me las preparo yo. Me he hecho con un sifón para espumas, con un soplete de cocinar y de vez en cuando compro alimentos poco habituales (humus griego, quesos ingleses, brevas en almíbar...).
Así he logrado hacer arroz con buey de mar en lugar de arroz con bogavante, rissotto de trufa y maigret de pato casero, confit de pato a la mostaza... todo es entrar en internet a buscar la receta y comprar los ingredientes en el Carreful, el Mercamona o el Corte escocés (ved cómo no hago publicidad).
Reflexión: si la vida es corta, debemos aprovechar los pequeños placeres... si son caros, debemos buscar su alternativa barata.
Cita del día:
La felicidad no es tal o cual cosa, es la manera de tomarlas todas. La felicidad de mañana no existe, es de ahora o de nunca, porque significa gozar de la vida en cada momento.
(René Barjavel)
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es más feliz quien más tiene, sino quien menos necesita ¿A que es chula también?
Y haces muy rebién en procurarte todos los lujos que puedas pagar, si señor.